22 Julio | 2022
El comunismo cosecha la incapacidad de comunicar del sector empresarial. ¿Por qué los países desarrollados son ricos? Sencillamente porque las empresas de sus países son ricas.
En toda empresa o negocio, los socios o accionistas arriesgan su capital en espera de recibir utilidades, pero todas las empresas, de todos los tamaños, tienen un socio que no gestiona, no invierte ni arriesga ni un centavo y recibe sin hacer nada el 29% de las utilidades de forma directa e indirectamente cerca del 40% si consideramos el IGV, el ISC, las tasas y contribuciones como impuesto predial, permisos, licencias, multas, etc.
Lo mismo ocurre con todos los profesionales y técnicos que laboran independientemente y giran recibos por honorarios profesionales.
No hay que ser muy avispado ni instruido para entender que mientras más ganen las empresas, los profesionales y técnicos independientes, más gana o percibe el estado, entendido este en sus tres niveles de gobierno: Nacional, regional y local. Ellos hace decenas de años lo entendieron y mejor dicho, el sector empresarial supo comunicar e interiorizar en el común de las personas, que si les va bien a las empresas, le va bien al país y directa o indirectamente a cada uno de los ciudadanos.
No hay posta, hospital, colegio, universidad, pista, carretera, tendido de agua y desagüe o electrificación que no haya sido pagado por los impuestos del sector privado; así como no hay represa, irrigación, programa social, los policías en las calles luchando con la delincuencia o las fuerzas armadas defendiendo la seguridad nacional que no haya sido pagada por el sector privado; así como cada profesor, médico, enfermera, fiscal y juez, igualmente todos y cada uno son pagados por el sector privado.
Es decir, todo es pagado por el sector privado, el estado no genera ni un centavo de sol, solo recauda, solo cobra y lo recaudado lo gasta o invierte, muchas veces de la peor forma, con ineficiencia y corrupción.
Paradójicamente, los que mantienen al estado y los servicios públicos que brinda “financiados por el sector privado” en muchos casos no usan dichos servicios públicos, como la educación pública, la salud pública, las pensiones públicas, etc., pero si lo financian para que lo gocen los sectores de menores ingresos, que igualmente, paradójicamente no pagan impuestos.
La ecuación descrita que el mundo desarrollado la tiene por décadas asimilada y culturalmente interiorizada, en el Perú aún no ha sido entendida y menos comprendida, por la incapacidad injustificable de la clase empresarial y/o emprendedora, que ha sido incapaz de comunicar algo tan simple y fácil de entender.
El país está a medio camino, con alto riesgo de retroceder aún más. En la clasificación internacional del nivel de las economías somos considerados como un país de ingresos medios “media tabla”, pero sin lugar a dudas tenemos todo el potencial para ascender en el ranking rápida y dramáticamente si solo hacemos entender esta simple ecuación al ciudadano de a pie y a los políticos que supuestamente nos representan.
Si queremos más y mejores colegios, universidades, postas, hospitales, carreteras, represas, servicios de agua y saneamiento, seguridad y justicia, sueldos y pensiones para el sector público, programas sociales, etc., solo hay un camino, solo hay una ruta, solo hay una estrategia, requerimos más inversión privada, más empresas y que las existentes crezcan y que cada día sean más rentables, por que de todo lo que ganen el estado se lleva casi la mitad para entregarlo a la sociedad y en segundó lugar y no menos importante que el estado lo invierta con eficiencia y sin corrupción.